¿Cómo afectará el coronavirus a la cadena de suministro de productos electrónicos?

La industria electrónica y la economía mundial en su conjunto se han visto gravemente afectadas por el brote de coronavirus.

La industria electrónica y la economía mundial en su conjunto se han visto gravemente afectadas por el brote de coronavirus, que la Organización Mundial de la Salud ha rebautizado recientemente como COVID-19, según el New York Times. La OMS dijo que había elegido un nombre para la enfermedad que no hace referencia a lugares, animales o personas para evitar estigmas.

Actualmente hay miles de personas en cuarentena en China y otros países, lo que ha obligado a algunos a trabajar desde casa para intentar hacer frente a la acumulación de trabajo.
La cadena de suministro de productos electrónicos se ha enfrentado a muchos obstáculos en los últimos años, incluida la guerra comercial entre Estados Unidos y China, y la situación actual ha creado más incertidumbre. Se han cancelado vuelos de entrada y salida de China, hay retrasos en los puertos y la carga está retenida en las aduanas.

Muchas grandes empresas de electrónica tienen instalaciones de fabricación de componentes y montaje de placas de circuito impreso en China, incluida Wuhan, epicentro del nuevo coronavirus.
La dependencia de China está resultando un problema y creando tiempos de prueba para el mercado de la electrónica. Con las vacaciones del Año Nuevo Lunar ya teniendo un impacto en la cadena de suministro de China, la adición de la extensión indeterminada significa que no está claro cuánto tiempo durará el impacto. Según Forbes, la prórroga del cierre por el Año Nuevo Lunar ha creado un retraso en la cadena de suministro mundial que no se reparará hasta dentro de muchas semanas (como mínimo), y aún hay mucha incertidumbre sobre cuándo volverán a ponerse en marcha las fábricas y qué ocurrirá cuando lo hagan.

Con el cierre de las fábricas durante más tiempo del previsto, los plazos de entrega de muchos componentes aumentarán, lo que a su vez significa que el exceso de inventario de componentes electrónicos que los fabricantes tienen a mano puede llegar a ser más valioso en el mercado abierto. Los fabricantes de componentes electrónicos con excedentes podrían redistribuir sus existencias para ayudar a combatir la escasez en el mercado; esos mismos fabricantes también podrían recurrir a distribuidores independientes para abastecerse de componentes a medida que aumenten los plazos de entrega.