Los delincuentes encuentran nuevas formas de aprovecharse del aumento de los precios de los componentes

A medida que la escasez de componentes va de mal en peor, surge un nuevo fenómeno delictivo.

Desde una banda que secuestra un camión cargado de valiosos semiconductores hasta unos contrabandistas que se envuelven en cientos de CPU con film transparente, los delincuentes están ideando formas ingeniosas de aprovecharse de la subida del valor de los microchips.

La desafortunada combinación de una pandemia mundial, guerras comerciales y fenómenos meteorológicos extremos ha elevado la demanda de muchos semiconductores a máximos históricos. Richard Barnett, CMO de Supplyframe, operador de Findchips.com, ha pronosticado que la escasez seguirá provocando un aumento de los plazos de entrega y limitaciones de suministro en los próximos meses.

La continua escasez hace que el valor de algunos componentes electrónicos supere al del oro y otros metales preciosos. Esta situación no ha pasado desapercibida para los delincuentes, desde bandas organizadas hasta individuos oportunistas. En este blog, analizamos tres ejemplos de delitos relacionados con los componentes electrónicos que van en aumento.

Robo de un camión lleno de piezas electrónicas de gran valor

Este verano se robaron en Hong Kong más de 650.000 dólares en componentes electrónicos en un atraco bien organizado ejecutado por una banda criminal. Varios miembros de la banda emboscaron y atacaron a tres repartidores, huyendo con el camión de los trabajadores que contenía un valioso botín de semiconductores. Los desafortunados repartidores habían sido contratados por una empresa de logística para transportar 14 cajas de componentes electrónicos por valor de 650.000 dólares estadounidenses a una nave industrial situada en un pequeño pueblo cercano a una de las autopistas más transitadas de Hong Kong. Se sospecha que la información pertinente se filtró a la banda criminal que llevó a cabo el robo.

Los contrabandistas se pasan a los componentes

Algunos delincuentes se están dando cuenta de que el contrabando de pequeños componentes electrónicos puede ser muy lucrativo y menos arriesgado que el de drogas, ya que conlleva penas menos severas. En junio, dos conductores que cruzaban el puente Hong Kong-Zhuhai-Macao intentaron sin éxito pasar de contrabando por la frontera un total de 256 CPU Intel Core i7 10700 y Core i9 10900K, valoradas en unos 125.000 dólares. Los desafortunados contrabandistas fueron detenidos y registrados por su comportamiento sospechoso. Se descubrió entonces que llevaban cientos de procesadores de gama alta atados por todo el cuerpo con film transparente.

Ese mismo mes, en la misma frontera, se produjo otro intento de contrabando de casi 140.000 dólares en chips de Intel. Un mes después, en el puesto de control de Lok Ma Chau, que separa Hong Kong de China continental, se incautó un enorme botín de piezas de ordenador valorado en unos 4 millones de dólares. Se encontraron aproximadamente 2.200 CPU y 1.000 chips de memoria ocultos entre diez cajas llenas de otras piezas electrónicas declaradas aleatorias.

Aumenta la falsificación de componentes

Los estafadores rara vez pierden la oportunidad de subirse a un carro cuando un producto tiene mucha demanda y escasea, y los semiconductores no son una excepción. A medida que se agotan algunas de las fuentes habituales de componentes electrónicos, los fabricantes y distribuidores amplían sus redes y recurren a canales menos tradicionales para hacerse con los componentes que necesitan urgentemente.

Adam Chinery, Director General de Computer Components Ltd (CCL), especialista en gestión de inventarios excedentarios, cree que es probable que esta situación empeore a corto plazo.

Adam observa: "La escasez mundial de productos electrónicos abrirá la puerta a que los delincuentes se aprovechen de los valores por las nubes de algunos componentes muy codiciados. Muchos de nuestros clientes ya nos están diciendo que están notando un aumento de los componentes falsificados que llegan al mercado."

Teniendo esto en cuenta, los fabricantes y distribuidores tendrán que estar especialmente atentos en los próximos meses, sobre todo cuando se abastezcan de semiconductores de proveedores menos convencionales.

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