
El desafío
Con el cierre de las instalaciones ya en marcha, había muy poco personal disponible para ayudar con el inventario o la logística. El cliente necesitaba un socio de confianza que gestionara todo in situ -desde el listado hasta la recogida- y maximizara el valor de reventa de las existencias restantes mediante una solución estructurada y de bajo riesgo.

Nuestra solución
CCL activó un Acuerdo de Asociación de Consignación, enviando a dos miembros experimentados del equipo a Alemania para llevar a cabo un inventario completo de los activos del centro.
A continuación, el equipo de almacén de CCL llegó al lugar y pasó dos semanas clasificando y embalando los componentes vendibles. Los artículos que se consideraron invendibles se separaron y procesaron de acuerdo con las directivas RAEE (Residuos de Aparatos Eléctricos y Electrónicos), garantizando así el cumplimiento de la normativa medioambiental.
Una vez que el material estuvo listo, las existencias se enviaron al almacén de CCL, donde se registraron siguiendo estrictos procedimientos de control de calidad y se comercializaron a los compradores pertinentes. Todas las ventas se gestionaron según el modelo de consignación, con informes de ventas mensuales enviados al cliente.

Beneficios
- El cliente vació su almacén sin necesidad de aportar personal ni recursos durante un difícil proceso de cierre.
- El modelo de consignación garantizó un rápido retorno financiero, ya que los primeros pagos se efectuaron una semana después del envío.
- Los informes mensuales de ventas proporcionaron al cliente una visibilidad clara y continua de la venta de sus activos.
- Se cumplieron las responsabilidades medioambientales, y todos los residuos reciclables se gestionaron conforme a los requisitos de la RAEE.
- El lugar se liquidó profesionalmente con una interrupción mínima de las operaciones internas del cliente.